Ganar una estatuilla Oscar garantiza a los artisas pasar a la historia del cine mundial. Pero usar un vestido icónico también es una de las formas de ser recordado. Es que la ceremonia es todo un encuentro cultural y la alfombra roja es parte fundamental de lo que el público espera ver. Por su belleza, su rareza o su precio, muchos looks quedaron impresos en el imaginario colectivo.
En la red carpet, las estrellas se preparan para darlo todo desplegando lo mejor de su creatividad. Las grandes casas de diseño pujan por vestir a las principales figuras del mundo del espectáculo y ataviarlas de accesorios y vestimentas únicas y de difícil -o hasta nulo- acceso al público general.
Top 5 de vestidos más caros en la historia de los Oscar
5. Lupita Nyong'o en un Calvin Klein: U$S150.000
En el quinto lugar del top de los vestidos más caros de los Oscar está el look de Lupita Nyong'o. La actriz kenianomexicana usó en 2015 un vestido blanco al cuerpo de espalda abierta firmado por Calvin Klein con más de 6000 perlas bordadas a mano.
4. Elizabeth Taylor en un Edith Head: U$S167.500
En 1970, Liz Taylor, una de las actrices más reconocidas de la cultura norteamericana, dejó en manos de Edith Head el diseño del vestido que usaría para presentar el premio a mejor película. La diseñadora se inspiró en el color de los ojos de Taylor para hacer su vestido.
3. Cate Blanchett en un Armani Privé: U$S200.000
La actriz australiana utilizó en 2007 un vestido largo metalizado de un solo hombro firmado por Armani Privé, una casa que suele acompañarla en sus eventos. El diseño estuvo revesito de piedras Swarovski, lo que explicaría su elevado costo.
2. Nicole Kidman en un Dior: U$S2.000.000
En 1997 una joven Nicole Kidman, acompañada de Tom Cruise usó un vestido que, para la época, tenía un precio irrisorio. En una seda color pistacho, con cuello barco y bordados a mano, la australiana lució un diseño de Dior firmado por John Galliano.
1. Jennifer Lawrence en un Dior: U$S4.000.000
El más icónico -y costoso- de los vestidos es el que llevó a los Oscar Jennifer Lawrence en el 2013, ocasión en que se consagró como la mejor actriz protagónica de la temporada. El vestido, color claro y de falda amplia, es recordado por la caída de la actriz cuando fue a recoger su estatuilla.